EDITORIAL.

LECCIÓN DE DERECHO INTERNACIONAL Y ENTEREZA DE CARÁCTER.

La que acaba de dar el Presidente mexicano, al tiempo, que le dejó dicho a los tales integrantes del Grupo de Lima, no sean arrodillados. Respeten a Venezuela y ocúpense de sus asuntos internos en sus respectivos países, los cuales, son de gran envergadura y requieren de una alta dosis de capacidad administrativa para solucionarlos o conjurarlos.

Uribe, encontró que asociando a FARC., con Venezuela, le daba un interesante rédito político, el cual, no ha dudado en explotar; luego vino Santos, en la misma línea de su, en ese momento, jefe, con idéntica táctica, estando ésta, aún hoy, activa, como arma política en contra del chavismo y como argumento para combatir al gobierno regente de la vecina República; ahora, con el peso íntegro del Estado colombiano, en manos del uribismo.

Nosotros, tenemos criterio definido, en cuanto a la situación de allá. Lo que pasa en Venezuela, es cuestión de los venezolanos. Y en cuanto a su economía, tenemos convencimiento, de que fue el gran capital, el que comenzó a sabotearla, con el propósito de tumbar a Chávez. Recuerden aquellos cierres de industrias y comercios, para que los trabajadores salieran a la calle, a protestar en contra del primer mandatario de ese hermano país. Y los trabajadores, se prestaron para el juego.

Ahí comenzó a erosionarse la solidez económica de ese Estado y para colmo de males, llega el derrumbe en los precios del petróleo. Y como broche de oro, el disimulado bloqueo de los Estados Unidos de América.

Son tan verracos los tales 14 de Lima, que condenan a Maduro, por dictador, por carencia de democracia, por la aguda crisis alimentaria que padece el pueblo y por no respetar los derechos humanos. Y eso, se los transmite como línea de conducta, el Secretario de Estado de aquel suelo norteamericano.

De Trump, se viene afirmando hace rato e investigaciones judiciales existen, de que ganó elecciones, fraudulentamente, con ayuda de Rusia; expulsó de su territorio, a aquellos inmigrantes ilegales y si tenían hijos nacidos allá, les despojó de sus niños, a quienes encerró en jaulas y largó a sus padres. Bloqueó sus fronteras y no permitió la entrada de los centroamericanos que marcharon desde sus tierras, para irse a vivir a gringolandia y anda con el tema del muro contra los mexicanos.

Hablando de derechos humanos, eso de los niños y de los marchantes desde Centroamérica, ¿no son actos de inhumanidad? ¿No es un alevoso irrespeto a los derechos humanos? Creemos, que todo el mundo dirá que sí; obvio, menos, los 14 de Lima. Muchísimo menos, Colombia, que se muestra como la más obsecuente.

Y de qué habla Colombia. Seamos honestos: Aquí tenemos; Narcotráfico en gran escala; corrupción administrativa, en súper gran escala, con muertes incluidas y Cianuro, como elemento clave silenciador; desempleo y hambre, en determinados sectores de la población; violencia; masacres de indefensos campesinos, etc., etc. Y nos quieren llenar de odio, contra los representantes del chavismo en Venezuela. Somos paraíso y Venezuela, infierno.

El día sábado 5 de enero de este recién inaugurado calendario, se instaló en Caracas, la Asamblea Nacional, la corporación encargada de legislar en aquella sociedad; eligieron mesa directiva y sesionaron. Y hablaron todo lo que quisieron, en contra de Nicolás Maduro, porque está conformada mayoritariamente, por la oposición.

Esa Asamblea Nacional, se integró, por el medio acostumbrado de elección popular de sus miembros. ¿Cómo ganaron los contradictores, si están bajo un régimen de hecho, fundamentado en el fraude, la persecución y el atropello? ¿Cómo? Ganaron limpia y legítimamente. De Chávez, en cambio, siempre dijeron lo mismo y contrario a aquellos: Ganó con trampas. Ahora, lo repiten contra Maduro.

Todo gobierno de todo país, tiene seguidores y contrincantes; esa es ley política natural, que obedece al entendimiento del hombre y a su libre albedrío. Unos triunfan sobre los otros y constituyen el llamado Gobierno. Y por eso, los Estados vecinos, circunvecinos y un poquito más lejos, están en el deber de permanecer neutrales, más que por regla del Derecho, por respeto a la fuerza social que respalda al gobernante. Pinochet, tenía partidarios y lo apoyaban. Y lo reconocían Estados Unidos y todos sus acólitos de América. Y ese sí, era Dictador, de frente mar.

Así que 14, déjense de vainas y aprendan de México.