Por: Edgardo Andrade P.
Al fallar una tutela, la Corte Constitucional mparo el derecho fundamental a la educación de niños que viven en zonas rurales de difícil acceso y ordenó que se les proporcione el respectivo transporte escolar.
La disposición del alto tribunal beneficia a los menores de edad que habitan veredas alejadas del casco urbano del municipio El Hato, en el departamento de Santander.
La Sala Sexta de Revisión de la Corte Constitucional amparó específicamente los derechos de una niña de 13 años de edad y de sus hermanos de 17 y 15 años, quienes debían recorrer en la madrugada y por más de dos horas zonas boscosas, solitarias y con presencia de animales peligrosos, para llegar al punto donde podían tomar la ruta escolar.
Por esta razón, ordenó a la Secretaría de Educación de Santander que garantice un servicio de transporte apto, desde su casa hasta la parada de la ruta municipal escolar, para que los menores de edad puedan asistir a un colegio que siga el método tradicional de educación, diseñado para niños, niñas y adolescentes.
Además, las autoridades departamentales y municipales deben diseñar las políticas públicas para ampliar la educación básica y media en el área rural del municipio de Hato (Santander) y realizar un censo de los menores de edad desescolarizados.
En un segundo fallo de tutela, correspondiente al municipio de Pitalito, departamento del Huila, los padres solicitaban que sus hijos accedieran a programas de educación especiales para adultos, en jornada sabatina, pero las instituciones educativas se negaron a inscribirlos, dado que no cumplían con el requisito de ser mayores de edad.
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