POLITICAZOS.

Por: Jorca410.

TRANSITO POLITICO EN CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA.

Ayer lunes, festivo religioso por traslado del día de la Virgen de la Asunción, llamada indistintamente, en diversas regiones del país, del Tránsito, celebración de la Iglesia Católica, inscrita en el santoral de ésta, para el 15 de agosto, el Congreso de la República, en pleno, eligió por mayoría contundente, Contralor General de la República.

El escogido por las fuerzas políticas con representación en el Congreso y favorecido con la unción oficial, es Carlos Felipe Escobar, quien a pesar de la juventud que se le aprecia en pantalla de televisión, por lo que se enuncia en su hoja de vida, es persona que se ha paseado largamente, por escenarios de la burocracia nacional.

La elección de Contralor General de la República, digamos, es acto de rutina de esa alta corporación, aunque se materializa en repetición, cada cuatro (04) años, casi que al mismo tiempo de la toma de posesión del empleo de Presidente de la República; se elige, a quien logra en torno suyo, el mayor apoyo parlamentario en esa contienda eliminatoria; apoyo que aparece luego de que el Presidente, entregase la correspondiente señal o guiño.

Este año, la cuestión fue diferente. Hubo especie de concurso público, con la conformación de lista de elegibles, sin visto bueno previo del Presidente de los colombianos y hasta, la intención de quebrar la costumbre política, de que el Contralor, pertenezca a partido distinto al del primer mandatario. Este episodio lo dramatizó el Centro Democrático, colectividad del Presidente Duque; para el candidato del CD., hasta se acomodaron los requisitos, desapareciendo las causales de inhabilidad, consistente en el parentesco con miembros de la rama legislativa.

El propósito hegemónico del CD. –Presidente, Presidente del Senado y Contralor- chocó contra la decisión de los otros partidos que, quiérase o no, fueron decisivos en el triunfo de Duque. Estos, liberándose de algún principio de gobernabilidad, basado precisamente, en sus adhesiones a la candidatura de Duque, en la segunda vuelta, no permanecieron impasibles; se movieron, se reunieron y acordaron, dar al traste con las aspiraciones del Director del partido del Jefe de Gobierno.

Y se definieron, por quien luce, es de Cambio Radical. Al figurar su nombre, en la relación de opcionados, elaborada por la Universidad Industrial de Santander, recibió el respaldo inmediato del Partido Liberal, de Cambio Radical y de la U., que ya había sellado el compromiso de actuar en bancada, junto a Cambio; este augurio electoral, le hizo voltear cola al Partido Conservador, que estaba unido al Centro Democrático y éste, finalmente, se dividió al momento de la votación; algunos se declararon impedidos para votar; otros se mantuvieron firmes con José Félix Lafaurie y otros, votaron por el electo Contralor.

Cerrado pues, el capítulo político administrativo de elección de Contralor General de la República, en donde se puso de manifiesto, el querer del CD., de ser beneficiario único de las cosas del poder público, toca esperar, cuál será el desenvolvimiento del Congreso, frente a las ideas, iniciativas y proyectos de actos legislativos y de ley, que el Gobierno Nacional promueva, para desarrollar su plan de gobierno.

Ya se escuchan voces que disienten de la reforma tributaria que anuncia el Gobierno y el pueblo que eligió a Duque, consciente de que votaba por eso, ahora no está como convencido, de la palabra oficial, porque el miedo a repetir la historia de Venezuela, va desapareciendo, a medida que se levanta el telón del escenario del viejo Gobierno y no ven en él, los ingredientes del castrochavismo económico, que tanto publicitaron en la campaña electoral, en contra de Gustavo Petro.

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