EDITORIAL.

LLEGA IVAN DUQUE MARQUEZ; BIENVENIDO SEÑOR PRESIDENTE.

Hoy, después de las tres (03) de la tarde, habiendo expresado la composición gramatical constitucional de Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia, nuestra República, tendrá Presidente para un nuevo período: IVAN DUQUE MARQUEZ, quien, con esa investidura de servidor público, adquiere de inmediato, por cuatro (04) años, carácter de huésped de honor permanente de la Casa de Nariño, desde donde despachará su programa de gobierno, prometido en su campaña electoral.

Es en esencia, la culminación de un proceso electoral, que ratifica la vocación democrática de los colombianos; aunque la misma, en ocasiones se vea manchada, con actos que la distorsionan; como la compra de votos, por citar sólo uno.Nosotros, no votamos por el Presidente, ni compartimos las doctrinas que alimentan el espíritu político de su organización partidista, el Centro Democrático; pero somos conscientes y responsables; sabemos que en la Democracia ganan las mayorías y las minorías, están en el deber de acatar la voluntad de los demás, por eso, aceptamos como hecho real, que el Presidente de la República, es Iván Duque Márquez.Le damos la bienvenida y le deseamos aciertos en su gestión, pues Colombia necesita de un administrador que la conduzca de la mano, por senderos llenos de prosperidad, colmados de soluciones para que las necesidades básicas, sean satisfechas, para el disfrute del grueso de su población; población, además, que requiere Paz, como derecho fundamental y como deber para asegurar una convivencia cordial y productiva.

El Gobierno que se integre bajo la batuta de este nuevo mandatario, tendrá la misión fundamental de procurar, como deber ser, el bienestar de todos los colombianos; para ello, tendrá que desarrollar políticas públicas, encaminadas a lograr ese propósito.

El Presidente, viene precedido de una aureola de hombre de teorías que cultivan privilegio al capital; la experiencia laboral de él, está enmarcada en actividades propias del negocio bancario, en donde el dinero circula en el mercado, para generar utilidades, ganancias, rendimientos, aún a costas de la valía de la fuerza de trabajo del hombre asalariado.Son inversiones que son pretexto de fomentar el empleo, reciben exenciones de impuestos, cuando realmente, demostrado está, que esta política de favorecimiento tributario, no crea puestos de trabajo, ya que estos, no son obras filantrópicas, si no, circunstancia infaltable del servicio o negocio. El puesto de trabajo, se erige en la empresa, si se necesita, no por gratitud a la exclusión de la carga tributaria con la que se beneficia al empresario.

Para agravar el panorama del trabajador dependiente, las condiciones prestacionales se flexibilizan, resultando el costo de la mano de obra, más barato, con la consecuencia ineludible y correlativa, que se aumentan las utilidades del capital; ha sido lo vivido en los Gobiernos de Pastrana y de Uribe y en el de Santos, en el cual, recibieron confirmación oficial, esas prebendas demás, dadas al capitalista que invierte en la producción de bienes y servicios, a través de las contrarreformas laborales que ellos adelantaron.

Es el clásico modelo económico, neoliberal, en donde se adquieren bienes y servicios, si la persona tiene para comprarlos; ya que aquellos, están para generar o aumentar la riqueza del inversionista, no para hacer favor social alguno. Bajo esa perspectiva, lógico es que nosotros creamos, en que la situación del trabajador, dependiente o independiente y de la población de menores ingresos, en general, no va a mejorar; por el contrario, empeorará, porque las medidas oficiales tenderán a favorecer el crecimiento del gran capital.

Por ello, habrá a futuro, un salario mínimo, con igual proporción de poder adquisitivo o de compra, que el actual; en lo prestacional, se mantendrá lo hasta ahora existente y las condiciones para la pensión, serán modificadas en detrimento de las expectativas de los vendedores de su fuerza de trabajo. Es decir, el legado que Juan Manuel le entregó y que el mismo Juan, recibió de Uribe; modelo neoliberal, con la apertura económica, implantado por César Gaviria.

Por eso votó mayoritariamente el pueblo colombiano y a eso nos sometemos, porque el Presidente, lo es de todos los colombianos; que mañana no compartamos alguna de sus decisiones administrativas y la critiquemos, es otra cosa. Por lo pronto, BIENVENIDO SEÑOR PRESIDENTE Y ACIERTOS EN SU GESTION.

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